Al final de esta celebración deseo dirigir un especial saludo a ustedes, queridos Diáconos, llegados de Italia y de diversos países. ¡Gracias por su presencia hoy, pero sobre todo de su presencia en la Iglesia!
Saludo a todos los peregrinos, en particular a la Asociación europea de los Schützen históricos; a los participantes en el “Camino del Perdón”